Muchas veces solemos ocultar quienes somos en realidad, no lo decimos y dejamos que los demás lo hagan. Antes de dar nuestra verdadera identidad, la solemos disfrazar para quienes no nos conocen todavía y actuamos en un papel que no nos pertenece. Decimos que somos de una forma, cuando en verdad nada de eso nos importa. Utilizamos una máscara que de tanto estirar, nos acaba golpeando de un tortazo en la cara. Pero no nos engañemos, no podemos ocultar durante mucho tiempo lo que en verdad nos caracteriza, y cuanto más lo ocultemos más nos costara ofrecer luego nuestro verdadero rostro.
Así que aquí va un consejo, muestrate siempre como tu eres, aquellos que te quieren te querrán por ser tu mismo, y además si no te muestras como eres, al final seras tu y sólo tu el mayor perjudicado. Pero bueno aunque sigas ocultando quien eres en realidad al final tus actos te delataran y mostraran al mundo lo que en verdad puedes ofrecer. No dejes que sean los demás los que descubran como eres en realidad, se tu mismo desde el principio y créeme, te lo prometo, todo serán recompensas.
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