Limpiando las injusticias

     

    Lleva toda una vida haciendo el mismo trabajo y sin embargo cada día lo ve de forma diferente.  El no es alguien que salga por la tele, que se escriba de el en los periódicos ni de los que ocupa portadas del corazón con su foto, de hecho su trabajo esta poco valorado a pesar de que si el no estuviera ahí todo se vería de forma distinta a como lo vemos día a día. 

    Desde qué era pequeño su paso por el mundo a sido un desafío a superar tras otro, una decepciona tras otra...pero de todas y cada una de ellas a salido siempre con una sonrisa. Consiguió a la mujer de su vida y un cáncer se la llevo de su lado en un abrir y cerrar de ojos. Le hubiera gustado haber podido tener hijos pero el destino o Dios o quien quiera que este detrás moviendo los hilos, no lo quiso así. 

     Desde muy joven se encarga de que todo este limpio, de limpiar botellas, recoger clinex con chicles pegados, basura amontonada alrededor de una papelera vacía. Cada mañana se levanta temprano, de hecho se levanta antes de que salga el Sol. Para que cuando salgan sus rayos brillen de nuevo con la "limpieza" de un nuevo día.  El quiso estudiar una carrera pero no pudo permitírselo. A aprendido en la escuela más difícil  de todas , la calle. 

    Ahora que sus manos arrugadas apenas pueden sujetar con la misma fuerza de antaño, la escoba con la que limpia la mierda que se amontona en cada calle, en cada rincón de la ciudad; sólo pide que se le trate con el mismo respeto que merece, pero cada día recibe una bofetada de las autoridades que creen ciegamente que están haciendo las cosas bien. Quiere tener esperanza de que las cosas cambien, pero por mucho que quiere ser optimista, le sale su vena realista y se da cuenta de que la basura se amontona y que son 
siempre los mismos los que la tiran.  Les callan con promesas que nunca acaban de llegar, 
pasan de forma disimulada, como cuando tiramos una lata al suelo "pareciendo que nadie nos ve". 

      Pero sus acciones no hacen sino empeorar la situación y ha llegado a un  punto , que se le vuelve insostenible. Cada mañana se acerca a la Iglesia de su barrio y reza para recuperar esa esperanza, una esperanza que le quitaron con el paso del tiempo y que se esfumó como una colilla en el suelo en un día de mucho viento. Pisa con fuerza por las calles que le ven trabajar cada madrugada, tiene claro que trabajara hasta que su cuerpo se lo permita. Hasta entonces sólo le queda recoger cada chicle del suelo, cada pegote de injusticia y de "mala leche" , antes de que se quede pegado al suelo y sea imposible de quitar. Antes de que se vuelva todo negro y ni siquiera  los rayos del Sol puedan devolverle la sonrisa en un nuevo amanecer.......