Sueña la Margarita con ser Romero

   Lo primero que me gustaría decir es PERDON se que lo prometí y que no lo he cumplido pero os prometo que algún día os contare mis andanzas como profesor en practicas en 1* de Primaria y mi super viaje a Nuava York. Lo segundo por lo que me gustaría pedir PERDON es por haberos tenido tan abandonados estas semanas pero también sabéis que es de sabios pedir PERDON y que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero os puedo decir que he vuelto, con mas fuerza que nunca y que vais a tener ranas y perdices para mucho tiempo. Ahora empieza la entrada de verdad:

     La verdad es que llevaba tiempo queriendo hacer esta entrada y todo comenzó en un encuentro en MAdrid en el que conocí a un grupo de sevillanas que no paraban de bailar esta canción, porque el titulo no es mío, no lo he inventado yo pero si que le he querido hacer una visión personal. De una forma u otra todos soñamos algún día con ser Romero y no nos conformamos con ser pequeñas margaritas. Lo queremos todo, queremos color, queremos oler bien, queremos que la gente nos mire y nos aplauda. Sin embargo no nos damos cuenta de que siendo pequeñas margaritas podemos comportarnos como grandes romeros y que llegue el día en el que la gente nos aplauda por lo que somos y no por lo que nos impulsan los demás a ser. Una flor no deja de ser menos flor porque cambie su apariencia externa. Un cactus no es mas bello si le llamamos rosa, ni una rosa es menos hermosa si la llamamos tapón. Porque ¿a que a todos nos gustaría recibir un ramo de tapones? y en los desiertos solemos ver rosas crecer altas hacia el cielo. lo que quiero decir es que la persona que busca cambiar y parecer alguien que no es, acaba cambiando de nombre pero la esencia es la misma.

     En cambio una persona que busca ser quien es y se alegra de serlo vivirá seguro mas feliz y el mundo entero conocerá su verdadero aroma, su verdadera esencia. Vivamos de forma en que soñemos ser lo que queramos ser y dejemos que los demás disfruten de nuestra verdadera y autentica esencia.