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sábado, 26 de octubre de 2013

Un corazón más pequeño, que late más fuerte




     Capítulo 4 : Un pequeño cisne de cristal

Carolina tiene 8 años y desde siempre ha sido una niña especial. No es diferente al resto de niñas de su edad, se hace sus trenzas, peina a sus muñecas, juega a las cocinitas y le encanta leer libros de aventuras. Le gustan tanto esos libros, que cuando se cansa de leer le pide a su mama que siga leyendo un poco más. < Un capítulo más mama, que todavía es pronto para ir a dormir>. Es una niña encantadora, pero en verdad si que hay algo que le diferencia al resto de niñas de su edad.

Desde pequeñita Carolina tiene un cuerpo un poco especial. Ella no sabe explicarlo como lo dice el médico, pero lo cierto es que ya lo va entendiendo mejor. Lo que ella tiene son "huesos de cristal" , lo que quiere dice que sus huesos son muy finitos y que un pequeño golpe puede hacerle mucho daño. Ella ya tiene mucho cuidado con eso, pero en vez de no intentar a hacer cosas por miedo a lo que le pueda parar, es una aventurera nata; algo que suele traer más de un quebradero de cabeza a su madre, en más de una ocasión.

Pero uno de los grandes sueños de Carolina es el ballet. En el teatro del barrio, hay una función de ballet durante todo el año y Carolina y su mama ya lo han visto más de una vez. Le encanta cuando las bailarinas se ponen de puntillas y van dando pequeñas vueltas por el escenario. Se imagina a ella misma bailando así, y con todo el público aplaudiéndole por lo bien que lo hace.

Su madre se da cuenta, pero tiene miedo a que Carolina se haga muchas ilusiones en esto del ballet. Aún así le a apuntado a clases. Al principio tenía miedo de que su hija se cayera ensañando, algo que hubiera sido normal. Pero parecía haber nacido con don natural, pues se movía como pez en el agua, en este caso como un cisne dentro de un lago.

El día de la representación ha llegado y madre e hija están muy nerviosas. Todas las niñas se han vestido con las plumas, las coronas de flores y las zapatillas blancas. Pero Carolina va a ser un cisne especial. Su mama le ha puesto un casco, unas coderas y unas rodilleras, blancas por supuesto, para que no desentone mucho. A Carolina eso no le importa, ella es feliz, al final va a poder hacer el paso de las vueltas en puntillas y el público acabara aplaudiéndola y le pedirán que lo repita una y otra vez. Es el cisne más bonito y más original del mundo.

Carolina es una niña especial, tiene huesos de cristal que le hace ir con más cuidado a todos lados, pero eso no le hace ser menos. Al contrario los diferentes son los demás, porque a ver ¿donde se ha visto a un cisne sin casco, coderas y rodilleras?

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