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miércoles, 12 de septiembre de 2012

El valor de los cuentos

De todos es conocido el gran valor educativo que tienen los cuentos.  Historias que nos cuentan  lo que les pasa a unos personajes y que solemos aplicarnos  luego a nosotros mismos. Los hay de muy distintos tipos para que todos pueden encontrar el que mas se ajuste a su vida personal. Los cuentos parece que solo sirven cuando somos pequeños pero si nos paramos a pensar descubriremos que su valor es mas enriquecedor cuando nos encuentra en etapas mas adultas.

La verdad es que un ejemplo es la mejor prueba de que lo que digo es verdad. Podría haber elegido entre muchos, pero me gustaría compartir con vosotros uno que siempre me ha gustado.  Recordar que los cuentos nos ayudan a vernos a nosotros mismos y con los que aprendemos a ser grandes personas.

'LA HISTORIA DEL LÁPIZ" 

 

El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: 
–¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, quizá, una historia sobre mí? 
El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto: 
–Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas. 
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial. 
–¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida! 
–Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo. Primera cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad. 
Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona. 
Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia. 
Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior. 
Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos, e intenta ser consciente de cada acción 

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